07 de juny 2007

El armario de Roger de Lisle

Allà va una pràctica de la carrera que ens feien imitar l'estil de l'Umbral... Allà va!


* * *


Mi destino es tan solo sufrir, que dice Zetapé, digo, el himno de la Legión. Y es que de himnos va la cosa, y el bueno de José Luis, con sus ideales ilustrados y republicanos de fraternidad y guillotine no es hombre de simbolismos antediluvianos. Es el hombre del talante de acero, esto es, zoofilícamente hablando, algo así como un cruce entre el hombre de hojalata del Mago de Oz y el perro del hortelano, lo que quiere decir que ha golpe de ceja ya es conocido por los dominios del Jarama como el tío que ni tararea el himno y, cuando puede, lo impide silbar.


Los armarios contrachapados le gustan a ZP. En su marasmo de flacidez a lo capitán Spock, el máximo exponente de la intelectualidad socialista –con el permiso de Concha Velasco- vive recluso en el gusto de la falsa autoconmiseración en todo lo referente a los símbolos de esta Babilonia de papel pinocho que es España. Por la nación que el cegato convierte en dos, tres, o, como diría el lacerante George Moustaki, en mil veintitrés, los politicastros de la izquierda somuerta se hacen los longuis escandinavos en cuánto se habla de temáticas rojas y gualdas. Alérgico a salir del armario, nuestro cejudo presidente hace de Moisés equidistante en un río que, cuál Guadalquivir, desaparece a la de dos y a la de tres.

Recuerda uno los afanes de cierto escritor canoso que Thomas Mann situó en una Venecia moribunda y que platónicamente perdía el culo por un jovencito ario que habría hecho las delicias de Hitler y de Michael Jackson. Igual de platónicos son los amoríos de Zeta con la causa periférica hasta el punto que su corona de espinas particular es que le hablen de la bandera, de la cabra, de la pandereta... y del himno.

El caso es que presto a llenar la parte de volkgeist desahuciado del forofo medio del deporte en los eventos internacionales, el Comité Olímpico Español ha visto la luz y a propuesto crear una comisión para dotar de verso a los compases, diríase mejor aspavientos, de nuestro himno nacional, con el fin de evitar los ridículos graznidos tarareos de nuestros internacionales cuando pasan revista con el himno de marras. La propuesta, la de superar el la-la-la de Masiel en versión portuaria por una letra con noble y dudoso pundonor, le ha venido como anillo al dedo a don Mariano para hacerse caballero de la causa, ante un ZP que prefiere hacer como si la cosa no fuera con él.

Tendrá en la mente el presidente del Gobierno el episodio recogido por el infatigable y depresivo narrador Stefan Zweig en uno de sus momentos estelares de la humanidad, esto es, el terrible precedente del poeta fracasado Roger de Lisle, que en una medianoche tavernaria compuso los versos sobre una chica de Marsella, versos que poco después resonarían por toda la Francia revolucionaria en las gargantas de todo girondino y jacobino bien nacido. Jacobinos, de san Jacobo claro, los que le llevarían en cuatro años a perder la cabeza por Madame la Guillotine, en el sentido más literal de la expresión.

Zeta, que es hombre sabio, algo zafio y se dice leído, no quiere ser el Roger de Lisle español, que para ello ya están las bases, este Manolo el del Bombo o los audaces compositores del nuevo himno maorí del Sevilla. El objectivo es conservar la cabeza y, si se puede, sin salir del armario.

1 comentari:

  1. Vaya prácticas de carrera que os mandan... Yo ando liada con los archivos, tratados de artillería del siglo XVII y sesudas reflexiones sobre el absolutismo en tiempos de Felipe III. En fin...
    No soy lectora habitual de Umbral pero... No se si escribirás mejor en catalán, pero esta parrafada en mi lengua madre es completamente genial.
    Saludos. A partir del 29 volveré del inframundo (o sea q estaré de vacaciones), leeré y escribiré más a menudo y, espero, con mayor inspiración.

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