El Rei dels croats

Recomanació fervorosa per a aquells que, republicans, monàrquics, filibusters o esgrimistes de la paraula, vulguin saber una mica més sobre aquest cèsar que és el Rei de les Espanyes.



El llibre, El rey de los cruzados, de Rafael Borràs Bertriu. Us deixo amb una impagable cita del final:

Su Majestad debería plantearse un último servicioa a la comunidad a la que dice servir: la dimisión -no la abdicación, puesto que no accedió al trono como hijo y heredero del titular de la Corona, don Juan de Borbón, sino, a propuesat del general Franco, como Rey electo de unas Cortes que, paradójicamente, repudiaban el sufragio universal-. El pueblo español, a través de sus representantes en el Congresos de los Diputados y en el Senado, sin duda sabría ser generoso -incluida la pensión jubilar que las Cortes estipulasen- en el reconecimiento de los servicios prestados durante más de treinta años en el desempeño del cargo. [...]

Reivindicar la esperanza y la alegría que supuso el 14 de abril de 1931 -el intento de modernización de España, una de las pocas cosas de la historia de este país desdichado de la que podemos hablar sin avergonzarnos- supone asumir el escándalo como bandera, pero ello no debe impedirnos afrontar el futuro manteniendo la ilusión aunque no nos hagamos ilusiones, porque la Razón está siempre por encima del Azar.

Hoy, en los inicios del siglo XXI, el proyecto republicano ha de basarse, por encima de las libertades teóricas y formales, en las libertades reales y factibles de los ciudadanos frente al Estado y sus compromisarios, los grupos de presión; por encima de las igualdades utópicas y formales, en la igualdad protegida por el Derecho y basada en la Justicia; por encima de las fraternidades bien intencionadas y formales, en la solidaridad de clases sin fronteras. Toda disidencia -y el republicanismo es la disidencia por antonomasia- es políticamente incorrecta en un sistema establecido en que la censura es ejercida de manera solapada e implaable, pero hemos de ser dignos de quienes nos precedieron el 14 de abril de 1931.

Com escrivia Carlos Rojas,

Es sencillamente inconcebible,
salvo en el teatro del absurdo,
que una dinastía expulsada cuatro veces del país
en tan poco tiempo -menos de ciento cincuenta años-
siga reinando.